En Polokwane, Paraguay empató sin goles ante Nueva Zelanda sin brillar, pero fue superior a un rival que jugó el partido de contragolpe. Con el empate pasó a octavos de final luego de terminar invicto y primero en el grupo F.
El equipo guaraní sabía que el empate lo beneficiaba y lo hacía pasar primero en su grupo. Salió a la cancha y propuso un poco más que su rival, el cual decidió jugar el partido muy atrás y salir de contra. En un primer tiempo con muy pocas situaciones de gol, lo más claro sucedió a los 19 minutos cuando Denis Caniza, quien debutó en el torneo y se convirtó en el primer paraguayo en jugar en cuatro mundiales, remató desde 25 metros pero el disparo se fue desviado.
El equipo oceánico se defendía muy bien y no lo dejaba llegar al conjunto sudamericano, que recién a los 61´ tuvo su ocasión más clara de gol, con un cabezazo de Cristian Riveros, que el arquero Mark Paston despejó con un manotazo.
Martino decidió el ingreso del argentino nacionalizado, Lucas Barrios, para darle más juego y creatividad al equipo. Cuando faltaban 15 minutos para el final del partido, tuvo su chance después de un remate de Edgar Benítez que desvió Paston y en el rebote no pudo definir el jugador del Borussia Dortmund.
La Albirroja no demostró todo su potencial y la fricción, el pelotazo e imprecisiones fueron la tónica de los 90 minutos. "Estoy conforme con la clasificación, pero no con el juego'', comentó Gerardo Martino.
Con el empate, el equipo guaraní llegó a los cinco puntos y por primera vez en su historia terminó como líder de un grupo de primera ronda. Así, se convirtió en el cuarto sudamericano que estará en los octavos de final (además de Argentina, Brasil y Uruguay).
El próximo encuentro será ante Dinamarca o Japón, el martes en Pretoria. Su acompañante a la segunda ronda fue Eslovaquia, que dio la sorpresa al vencer 3-2 a Italia para dejar afuera al último campeón.