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Milan tremó pero no cayó: 4-2 en remontada ante Catania



En el último partido de la fecha 34 del campeonato italiano de fútbol, disputado en el estadio de San Siro, Milan venció a Catania por 4 a 2.

Nicola Legrottagle, de cabeza, puso arriba a la visita, Mathieu Flamini igualó pero Gonzalo Bergessio, ya en la segunda etapa, volvió a adelantar a su equipo. Luego, un doblete de Giampaolo Pazzini y un penal de Mario Balotelli le dieron el triunfo al rossonero.

Con este resultado, Milan suma 62 puntos y conserva la tercera posición del ataque de Fiorentina, mientras que Catania sigue teniendo 48 unidades (cantidad que iguala su mejor marca en Serie A) y ocupa en soledad la novena posición.

El partido fue realmente extraño. En la primera etapa, Milan dominó y creó una cantidad insólita de ocasiones de gol, pero en ventaja, sobre la media hora, se puso el rival: Lodi pinceló con su zurda aterciopelada un tiro libre en forma de centro y Legrottaglie, en anticipo, de cabeza la mandó a guardar, el gol número 14 que Milan sufre en este torneo en jugadas de pelota parada.

La furia de Milan fue directamente proporcional a su incredulidad: se lanzó hacia adelante con todo y creó varias ocasiones (en la más clara, Boateng casi parte el travesaño con un zurdazo), chocando con un Frisón, el arquero visitante que debutaba en Serie A, realmente inspirado.

Pero, sobre el final de la etapa, Abate metió el enésimo centro a la olla, Boateng la bajó de pecho hacia Flaminí, algo desplazado por derecha adentro del área, y el volante francés encontró su tercer gol consecutivo (ya había anotado ante Fiorentina y Nápoli, no estuvo ante Juve por suspensión) con un derechazo rasante y cruzado, inapelable.

Uno se esperaba un Milan similar en la segunda etapa, pero increíblemente el equipo pareció querer jugar con tranquilidad, sin la necesaria intensidad, como si el gol tuviese que llegar por simple voluntad divina, sin esfuerzo por parte de los rossoneri.

Y el gol llegó, pero en el arco de enfrente: Nocerino, de pésimo partido, perdió una pelota en la mitad y luego no pudo con el pique de Barrientos, quien corrió en diagonal media cancha y lo habilitó de manera perfecta a Bergessio. El delantero, con categoría, definió por arriba de la salida de Amelia.

Ahí se despertó Allegri, porque el cambio necesario (un delantero por Nocerino) lo entendía hasta un estudiante de segundo grado. Ingresó Pazzini, quien se paró como referencia de área, Boateng bajó a volantear y Balotelli pudo flotar libre, como le gusta.

Los resultados llegaron enseguida: Balotelli, desde unos 20 metros, dejó parado a su marcador con una gambeta hacia adentro y descargó un derechazo venenoso. Frisón atajó pero entregó rebote, justo sobre los pies de Pazzini, perfectamente habilitado. Su remate pegó en el poste antes de meterse.

Poco después, Milan se puso arriba: Montolivo, en posición de "diez", habilitó a El Shaarawy por izquierda, otra vez Frisón hizo el milagro pero nuevamente la pelota le cayó a Pazzini, quien no tuvo más que empujarla adentro. Luego, en el final, Balotelli se ganó un "penalito" (falta de Izco, ingenua pero evidente) que el propio SuperMario transformó en el gol de la tranquilidad.

En suma, un Milan que dispone de enorme potencial ofensivo pero que se especializa en complicarse la vida, semana tras semana. El tercer puesto, y relativa "pre Champions", depende de sí mismo, pero con semejante fragilidad defensiva y con una Fiorentina en gran momento, la lucha será pareja y apasionante hasta el final.

Catania se va con las manos vacías pero la cabeza bien alta. Como quedó dicho, ya igualó su récord de puntos en Serie A, le quedan cuatro jornadas para mejorarse y recibir el justo premio por su juego interesante, moderno y ofensivo.