El drama sobre el esclavismo ganó el premio a la mejor película y sumó otros dos (guión adaptado y actriz de reparto). La película de Alfonso Cuarón totalizó siete estatuillas, incluida una para el cineasta mexicano. Fue una entrega en la que se cumplieron todos los pronósticos.
Sin margen para sorpresas, la entrega número 86 de los premios de la Academia de Hollywood terminó esta madrugada con una ganadora cuantitativa y con otra cualitativa. Gravedad, del mexicano Alfonso Cuarón, se quedó con más estatuillas. Pero el drama 12 años de esclavitud rió último: se llevó el Oscar a la mejor película.
Cuarón obtuvo el primer Oscar para un mexicano como mejor director. Y después de algunos tropiezos con el inglés, usó una frase en castellano para cerrar: "Y esto es gracias a ti mamá. Si yo estoy aquí es por ti", dijo. Su película, protagonizada por Sandra Bullock, totalizó siete premios.
12 años de esclavitud no sólo se quedó con el Oscar a la mejor película, sino que también sumó los de actriz de reparto (Lupita Nyong’o) y guión adaptado.
Fue una noche en la que se cumplieron todas las fijas y todos los pronósticos, algo que pocas veces ocurre en los premios de la Academia. Del principio hasta el final, con los galardones por las mejores actuaciones para Cate Blanchett (Blue Jasmine) y Matthew McConaughey (El Club de los Desahuciados).
"Hemos tenido algunos problemas. Ha llovido", dijo Ellen DeGeneres para arrancar. Y es que la lluvia fue hasta el comienzo de la ceremonia la gran protagonista de la 86° entrega anual de los Premios de la Academia de Hollywood. Pero en cuanto la presentadora se subió al escenario los protagonistas comenzaron a ser otros: actores, guionistas, cineastas y técnicos vivieron una nueva -aunque esta vez previsible- fiesta de Hollywood.
DeGeneres arrancó en su papel con un monólogo en el que desgranó una batería de chistes que despertó varias carcajadas. Bromeó con Jennifer Lawrence por su caída del año pasado (y la nueva de este año, en la alfombra roja). También con Jared Leto, de quien dijo que era "la más bonita" de la ceremonia (en alusión a su papel de transexual en El Club de los Desahuciados).
Justamente Leto fue el primero en subir al escenario a buscar una estatuilla, por su rol de reparto. De saco blanco y con agradecimiento especial para su madre, el cantante de la banda 30 seconds to Mars tuvo en el Oscar el cierre perfecto para una temporada de premios en la que arrasó con su papel de transexual.
DeGeneres tuvo otros momentos muy graciosos, como por ejemplo cuando le regaló a Bradley Cooper una lotería para raspar a modo de premio consuelo. Y cuando pidió pizza para algunos de los asistentes al Dolby Theatre, algo que finalmente cumplió. Se lo pudo ver, por ejemplo, a Brad Pitt devorando una porción de pizza sin pudor por las cámaras.
La música en la ceremonia, de la mano de los nominados, tuvo bastante de pop y rock de consumo masivo. Primero, Pharrell Williams festejó en el escenario su número 1 en el Hot 100 de Billboard cantando "Happy". Más tarde, Karen O (la vocalista de Yeah Yeah Yeahs) presentó su canción para Ella. A los pocos minutos, U2 tocó una versión acústica de "Ordinary love". Todos salieron perdiendo: el Oscar a la mejor canción original fue para "Let it go", de Frozen, cuya versión en castellano cantó la argentina Martina "Violetta" Stoessel.
En esa línea, una decisión algo extraña de la Academia fue dejar en manos de la cantante pop Pink el homenaje a El Mago de Oz , una de las películas más complicadas de filmar de la historia, por la que pasaron varios directores. Adelante de una pantalla con imágenes del filme, la intérprete de éxitos como "Get the party started" cumplió hasta ahí en el popurrí de canciones.
Gravedad comenzó su cosecha en los rubros técnicos con el premio a los mejores efectos visuales. Luego siguió. Y hubo tres fijas más: La grande bellezza, de Paolo Sorrentino, se llevó el Oscar a la película de habla no inglesa para Italia. Frozen ganó el Oscar animado. Y una emocionadísima Lupita Nyong’o venció, por su papel en 12 años… a Jennifer Lawrence como actriz de reparto.
El segmento In memoriam, dedicado a los miembros de la industria que murieron en el último año, fue inaugurado con una imagen de James Gandolfini y cerrado con otra de Phillip Seymour-Hoffman. La sucesión de fotografías fue seguida en silencio, y terminó con una emotiva canción interpretada por Bette Midler.
Ella ganó el Oscar al mejor guión original. Hubo varios que se quedaron con las manos vacías. Escándalo americano, El lobo de Wall Street, (otra postergación para Leonardo DiCaprio) Nebraska, Capitán Philips y Philomena no tuvieron ni un premio consuelo.
